El 4 de Agosto de 2015 el cometa Lovejoy cruzó la constelación del Dragón frente a multitud de galaxias.
¿Eres capaz de identificar todos los objetos de cielo profundo que se esconden en esta fotografía?
Para elegir el marco de fotografía me fijé en que la trayectoria del cometa Lovejoy coincidía con algunas galaxias de Draco durante mis últimas vacaciones, pero inicialmente no esperaba retratar todos los objetos de cielo profundo que enseguida os comentaré. El cielo desde el que realicé las tomas era especialmente oscuro, lo que sin duda contribuye al resultado, aunque como contrapartida la luna estaba iluminada al 87% y la noche resultó ser tórrida en detrimento del ruido térmico. Además tuve dificultades para alinear correctamente la montura, lo que limitó el tiempo de cada sub-exposición. Y las tomas de calibración flat no fueron muy buenas, lo que me obliga a mantener algo oscura la imagen final para evitar mostrar un viñeteo excesivo.
Centrándonos ahora en los objetos de la fotografía, preferiblemente ampliada, empezaré por señalar que en su centro destacan tres estrellas muy brillantes que el catálogo de Henry Draper llama HD135295, HD135501 y HD135630. Por desgracia su brillo es demasiado débil para resultar visibles a simple vista, así que ninguna de las estrellas que aparecen en la fotografía es visible. De las galaxias o del cometa ni hablamos.
A la derecha de la fotografía y a media altura se encuentra el cometa Lovejoy C2014 Q2 con su núcleo brillante y rodeado de una nube de luz más débil. El núcleo, en realidad, no es más grande que el tamaño de un pixel, aunque su brillo es relativamente elevado. Y la nube, llamada coma (cabellera en latín), está formada por gas que el cometa emite al calentarse por la acción del sol y que puede ser tan grande como Júpiter o más. Con tomas más largas la coma hubiese mostrado su característico color verde fosforescente que espero mostrar en alguna otra entrada, aunque no sé si tendré ocasión con este cometa en concreto, ya que tardará unos ocho mil años en volver a acercarse al sol. Habrá otras oportunidades diferentes, espero.
¿Y por qué brilla el gas? Pues resumiendo mucho, por el mismo efecto que hace que brillen los tubos fluorescentes cuando los atraviesa la electricidad. Cuando la luz ultravioleta atraviesa un gas, éste se ioniza, es decir, sus átomos pierden algunos electrones. De hecho, cuando la radiación magnética del viento solar interactúa con esos iones consigue empujarlos y eso forma las famosas colas de los cometas siempre en dirección opuesta al sol. Y cuando un electrón se recombina con un ión, éste emite un fotón de luz cuyo color depende del tipo de átomo. Por ejemplo, el hidrógeno emite luz de color rojo, lo que da lugar a que muchas nebulosas de emisión sean de color rojo. Pero en el caso de muchos cometas, y Lovejoy no es una excepción, los compuestos responsables del brillo verde azulado son el carbono diatómico y el cianógeno, este último un compuesto venenoso. No hace falta preocuparse: incluso aunque la cola de un cometa tocara la tierra difícilmente penetraría en la atmósfera ni aportaría dosis letales de este compuesto.
Pegada al cometa, abajo a su izquierda y con un brillo superior al resto, se encuentra la estrella HD238437, otra estrella que destaca por su brillo en esta fotografía. Y siguiendo hacia abajo, en la esquina inferior derecha de la fotografía, nos encontramos con el mayor objeto de cielo profundo de esta fotografía, la galaxia NGC5906 también conocida como Galaxia Astilla. Se trata de una galaxia espiral situada a unos 40 millones de años luz de distancia cuyo disco galáctico vemos de perfil como una línea alargada. La luz que hoy vemos dejar su marca en esta fotografía se originó por tanto hace 40 millones de años, en la edad geológica del Eoceno.
En el lado opuesto de la fotografía, en la esquina superior izquierda, destaca por su brillo otra galaxia que también se muestra de lado, aunque su brillo se dispersa a ambos lados del eje central. Se trata de NGC5866, una galaxia lenticular también conocida como Galaxia Huso y situada a unos 44 millones de años luz.
Para ver una galaxia espiral de frente, en lugar de observarla de canto, es preciso visitar la esquina superior derecha de la fotografía. En el extremo superior derecho puede verse la galaxia NGC5908, otra espiral vista de canto y a la izquierda de esta y un poco más abajo pueden observarse los brazos espirales de NGC 5905, otra galaxia pequeña.
Llevamos recorridos cuatro objetos de cielo profundo además del cometa, pero aún hay más sorpresas. Si seguimos cerca del borde superior de la imagen pero nos desplazamos hacia la mitad de la fotografía, veremos otra estrella relativamente brillante respecto a las demás. Se trata de HD238430. Los observadores más experimentados ya habrán observado que por debajo y a la izquierda de esta estrella en la fotografía aparece una pequeño borrón de luz muy débil, como si la fotografía se hubiese desgastado un poco en esa zona. Claro que no se trata de ningún problema en la fotografía, el formato digital no se desgasta como el papel, sino de la galaxia conocida como UGC 9769. Con brillo de magnitud casi 16, es un objeto débil.
Finalmente, podemos completar el recorrido visitando el borde izquierdo, muy cercad del límite inferior de la fotografía, donde puede verse una estrella algo borrosa, mal definida. Se trata de IC1099, una nueva galaxia espiral de magnitud 15 que, como la anterior, resulta difícil de encontrar.
Espero que os haya gustado este recorrido por una pequeña parte de la constelación del dragón siguiendo la trayectoria del cometa Lovejoy mientras se aleja de nosotros. La fotografía abarca aproximadamente 1 grado de alto y 1.6 grados de largo, con el Norte situado en el borde inferior. Para quienes no estén familiarizados con esta medida, si mantienes tu brazo extendido, 1 grado de cielo equivale aproximadamente a la anchura de tu dedo meñique.
Y quienes os hayáis perdido un poco entre tantas estrellas o por mi limitada capacidad de explicación, podéis ver un mapa con los objetos mencionados señalados con letras verdes si visitáis mi Galería.